Saltar al contenido

¿Qué pasa con los que no conocen a Dios?

Esta es una excelente pregunta, para lo que la Biblia es muy clara:

1) Las personas que nunca escucharon el evangelio serán juzgadas y condenadas porque, al no tener el Espíritu, están dominadas por la naturaleza pecaminosa, y con ley o sin ley todos han pecado, y la paga del pecado es muerte.

Los gentiles serán destruidos por el hecho de pecar, aunque nunca tuvieron la ley escrita de Dios (Ro. 2:12)

¿A qué conclusión llegamos? ¿Acaso los judíos somos mejores? ¡De ninguna manera! Ya hemos demostrado que tanto los judíos como los gentiles están bajo el pecado. Así está escrito: No hay un solo justo, ni siquiera uno (Ro.3:9-10)

la paga del pecado es muerte (Ro.6:23)

pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios (Ro.3:23)

La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo.  Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. (Ro.8:7-9)

2) No tienen excusa o justificante pues la creación da testimonio de la existencia de Dios y por consiguiente de nuestro deber moral de buscarlo y adorarlo:

Ellos conocen la verdad acerca de Dios, porque él se la ha hecho evidente. Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios. Es cierto, ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión. (Romanos 1: 19-21)

3) Cuando hay alguien que responde al testimonio que da la creación (y su pueblo) y adora a Dios, Él mueve cielo mar y tierra para llevarle el evangelio, como sucedió con el caso de Cornelio, del Etíope y el pueblo de Macedonia:

En Cesarea vivía un oficial del ejército romano[a] llamado Cornelio, quien era un capitán del regimiento italiano. Era un hombre devoto, temeroso de Dios, igual que todos los de su casa. Daba generosamente a los pobres y oraba a Dios con frecuencia. Una tarde, como a las tres, tuvo una visión en la cual vio que un ángel de Dios se le acercaba.—¡Cornelio! —dijo el ángel. Cornelio lo miró fijamente, aterrorizado.—¿Qué quieres, señor? —le preguntó al ángel. Y el ángel contestó:—¡Dios ha recibido tus oraciones y tus donativos a los pobres como una ofrenda! Ahora pues, envía a algunos hombres a Jope y manda llamar a un hombre llamado Simón Pedro… Entonces Pedro respondió: —Veo con claridad que Dios no muestra favoritismo. En cada nación, él acepta a los que lo temen y hacen lo correcto. Este es el mensaje de la Buena Noticia para el pueblo de Israel: que hay paz con Dios por medio de Jesucristo, quien es Señor de todo. (Hechos 10:1-5,34-36)

En cuanto a Felipe, un ángel del Señor le dijo: «Ve al sur por el camino del desierto que va de Jerusalén a Gaza». Entonces él emprendió su viaje y se encontró con el tesorero de Etiopía, un eunuco de mucha autoridad bajo el mando de Candace, la reina de Etiopía. El eunuco había ido a Jerusalén a adorar  y ahora venía de regreso. Sentado en su carruaje, leía en voz alta el libro del profeta Isaías. El Espíritu Santo le dijo a Felipe: «Acércate y camina junto al carruaje». Felipe se acercó corriendo y oyó que el hombre leía al profeta Isaías. Felipe le preguntó:  —¿Entiendes lo que estás leyendo?
El hombre contestó: —¿Y cómo puedo entenderlo, a menos que alguien me explique? Y le rogó a Felipe que subiera al carruaje y se sentara junto a él. El pasaje de la Escritura que leía era el siguiente: «Como oveja fue llevado al matadero. Y, como cordero en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca. Fue humillado y no le hicieron justicia. ¿Quién puede hablar de sus descendientes? Pues su vida fue quitada de la tierra». El eunuco le preguntó a Felipe: «Dime, ¿hablaba el profeta acerca de sí mismo o de alguien más?». Entonces, comenzando con esa misma porción de la Escritura, Felipe le habló de la Buena Noticia acerca de Jesús. (Hch.8:25-35)

Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: «No tengas miedo; sigue hablando y no te calles, pues estoy contigo. Aunque te ataquen, no voy a dejar que nadie te haga daño, porque tengo mucha gente en esta ciudad.» Así que Pablo se quedó allí un año y medio, enseñando entre el pueblo la palabra de Dios. (Hch.18:9-11)

4) De hecho Dios ya conoce de antemano a todos los que serán salvos (es decir, a todos los que corresponderán su amor aceptando la salvación que él ofrece) y a todos ellos Él los llama para salvación:

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. 29 Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó. (Ro.8:28)

5) No importa donde estén, el irá por ellos que sabe que aceptarán su amor y salvación, los está buscando

Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. (Jn.4:23)

¿Podrá el hombre hallar un escondite donde yo no pueda encontrarlo? —afirma el Señor—. ¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra? —afirma el Señor—. (Jer.23:24)

¿Que hay del resto? ¿qué hay de aquellas personas que Dios sabe que rechazarán el evangelio así como han rechazado el testimonio que la Creación da acerca de él?

6) No tienen excusa, no solo por el testimonio de la creación, sino por el testimonio de sus padres creyentes:

Primero tienes que entender que TODAS las naciones que no adoran a Dios, vienen de ancestros que conocieron a Dios pero que decidieron rechazarlo para abrazar la mentira y así enseñar a su descendencia: Adán vivió casi mil años y todos sus hijos conocieron de Dios y sabían del plan de redención enseñado a Adan y Eva, de hecho, como señal de esa redención que vendría Dios les implementó el ritual del sacrificio de animales (que apuntaban al sacrificio del Mesías), por comenzando con Dios, siguiendo con Abel, y llegando hasta Noe, todos ellos practicaban el sacrificio de Animales y distinguían animales puros de impuros. Sin embargo aún así toda esa generación rechazó la verdad y se apartó, aunque la creación daba testimonio de Dios y aunque hubo descendencia de Adán que se mantuvo fiel y que no dejaban de dar testimonio a esa generación prediluvianda, de hecho, a Noé se le conoce como “el predicador de la justicia” (2Pe.2:5). Después del diluvio sucedió lo mismo, TODOS conocían y adoraban a Dios pues venían una familia de creyentes (la de Noe), y ves por eso ves a personajes no judíos como Job y a sus amigos, que son, según estimaciones, una generación previa a Abraham, pero creían en Dios y continuaban con el ritual del sacrificio animal para la expiación de sus pecados (Job 1:5; 42:7-8). Tal es así que hasta el filisteo Abimelec, era creyente de Dios (Gn.20:4-5,9-11). Pero la gran mayoría de la descendencia de Noe ya se había apartado de Dios, tu puedes ver eso con la torre de Babel en donde querían construir un torre para hacerse un “nombre”, es decir un centro de adoración idolatra, como una muestra máxima de su rebelión hacia Dios, de hecho, Nimbrod, el que dirigió ese proyecto, su nombre significa “nos rebelaremos”. Tal rebelión ocasionó que Dios distribuyera a las naciones a los ángeles que se rebelaron contra Dios:

Cuando el Altísimo asignó territorios a las naciones, cuando dividió a la raza humana, fijó los límites de los pueblos según el número de su corte celestial. (Dt.32:8)

Así que todos conocieron a Dios en un principio, tenían el testimonio de la creación y del de sus padres creyentes, pero en un punto, alguien de ese linaje rechazó la verdad de Dios, abrazó la mentira y decidió enseñar así a su descendencia. De esta forma se cumple la escritura:

Todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!» (Ro.3:12)

7) Pensar que una forma de que la gente pueda ir al cielo es negarle la verdad a tu descendencia y mantenerla en ignorancia, así “Dios se apiadará de ella” pues “no conoció la verdad para ser salvos”, es una locura. Pero es lo que muchos cristianos creen. No, así como una persona por medio de la verdad del evangelio puede propiciar la salvación de su vida y la de otros, así mismo, una persona con la mentira puede propiciar su perdición y la de otros (2Pe.2:1-15), incluyendo su descendencia:

Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. (Os.4:6)

…y sin embargo dichas personas que recibieron como enseñanza ese engaño que los apartan de Dios, no tiene excusa pues:

lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado. 20 Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa. (Ro.1:19-20)

8) Sin embargo, esta condenación se agrava cuando llega el evangelio, y lo rechazan:

Cualquiera que rechazaba la ley de Moisés moría irremediablemente por el testimonio de dos o tres testigos. ¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado, y que ha insultado al Espíritu de la gracia? Pues conocemos al que dijo: «Mía es la venganza; yo pagaré»; y también: «El Señor juzgará a su pueblo.»  ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios vivo! (Hebreos 10:28-31)

Entonces comenzó Jesús a denunciar a las ciudades en que había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían arrepentido. 21 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Si se hubieran hecho en Tiro y en Sidón los milagros que se hicieron en medio de ustedes, ya hace tiempo que se habrían arrepentido con muchos lamentos.22 Pero les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes. 23 Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás levantada hasta el cielo? No, sino que descenderás hasta el abismo. Si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, esta habría permanecido hasta el día de hoy. 24 Pero te digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para Sodoma que para ti». (Mt.11:20-24)

9) Cuando rechazan el evangelio, Dios permite que venga un poder engañoso que tome el lugar de la verdad, para que sean condenados:

El malvado vendrá, por obra de Satanás, con toda clase de milagros, señales y prodigios falsos. 10 Con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse negado a amar la verdad y así ser salvos. 11 Por eso Dios permite que, por el poder del engaño, crean en la mentira. 12 Así serán condenados todos los que no creyeron en la verdad, sino que se deleitaron en el mal. (2Ts.2:9-12)

Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer. (Ro.1:28)

Esto no solo sucederá con la llegada del anticristo, sino que ha sucedido vez tras vez con personas y naciones que rechazan la verdad de Dios, y como juicio ante ese rechazo persistente, Dios los entrega el engaño para que sean condenados. Por eso entregó a las naciones que lo rechazaron a los ángeles caídos (Dt.32:8), por eso también en las regiones en donde se predicó el evangelio (y lo aceptaron), cuando llegó una generación que se rechazó la verdad, Dios como juicio los entregó al engaño: con Islam, o la nueva era, o el ateísmo… y así sigue Dios operando hasta nuestros días.

Entonces, recapitulando, sabemos que Dios conoce de antemano a los que serán suyos y a esos llama, moviendo, si fuera necesario, cielo mar y tierra para ello. Por eso la gente que murió sin alcanzar a escuchar el evangelio seguramente fue un acto de “misericordia” porque Dios sabía que lo iban a rechazar acarreando una condenación mucho mucho mayor.

10) Pero como nosotros no sabemos quien será salvo y quien no (2Ti.2:19), Jesús nos ordena predicar el evangelio a todos:

Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones (Mt.28:19)

Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que se niegue a creer, será condenado.  (Marcos. 16:15-16)Pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo». ¿Pero cómo pueden ellos invocarlo para que los salve si no creen en él? ¿Y cómo pueden creer en él si nunca han oído de él? ¿Y cómo pueden oír de él a menos que alguien se lo diga? ¿Y cómo irá alguien a contarles sin ser enviado? Por eso, las Escrituras dicen: «¡Qué hermosos son los pies de los mensajeros que traen buenas noticias!» (Ro.10:13-15)

11) Y con respecto a la gente a la que no le compartimos y murió sin conocer a Cristo, no podemos consolarnos diciendo “murió sin conocer a Cristo, seguramente es porque no era predestinado”, porque aunque fuera cierto, Dios nos va a juzgar por la gente que no le compartimos como si TODOS ellos fueran predestinados, como está escrito:

A ti, hijo de hombre, te he puesto por centinela del pueblo de Israel. Por lo tanto, oirás la palabra de mi boca, y advertirás de mi parte al pueblo. Cuando yo le diga al malvado: “¡Vas a morir!”, si tú no le adviertes que cambie su mala conducta, el malvado morirá por su pecado, pero a ti te pediré cuentas de su sangre. En cambio, si le adviertes al malvado que cambie su mala conducta, y no lo hace, él morirá por su pecado, pero tú habrás salvado tu vida. (Ez.33:7-9)

12) Por eso, en términos prácticos, tenemos que hacer todo lo posible en llevar el evangelio a todo el mundo, a toda persona, a todas generaciones, pues sin el evangelio nadie podrá ser salvo. De hecho, creer que una persona puede ser salva por sí mismo, apartado de Jesús, con sus buenas obras, es un insulto a a su obra de redención como está escrito:

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12)

Yo no tomo la gracia de Dios como algo sin sentido. Pues, si cumplir la ley pudiera hacernos justos ante Dios, entonces no habría sido necesario que Cristo muriera. (Gálatas 2:21)

Hay un Dios y un Mediador que puede reconciliar a la humanidad con Dios, y es el hombre Cristo Jesús. Él dio su vida para comprarles la libertad a todos. (1Timoteo 2:5,6)

13) Solo en Cristo hay salvación ya que solo el puede perdonar nuestros pecados pues solo él pagó por ellos, y sólo él puede darnos al Espíritu que nos libera de la naturaleza pecaminosa. Por lo mismo Dios ordena a todo ser humano, sin importar su religión o condición, que se arrepientan, vuelvan a él y acepten la salvación que es por medio de Cristo.

Entonces Pablo, de pie ante el Concilio, les dirigió las siguientes palabras: «Hombres de Atenas, veo que ustedes son muy religiosos en todo sentido, porque mientras caminaba observé la gran cantidad de lugares sagrados. Y uno de sus altares tenía la siguiente inscripción: “A un Dios Desconocido”. Este Dios, a quien ustedes rinden culto sin conocer, es de quien yo les hablo. »Él es el Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él. Ya que es el Señor del cielo y de la tierra, no vive en templos hechos por hombres, y las manos humanas no pueden servirlo, porque él no tiene ninguna necesidad. Él es quien da vida y aliento a todo y satisface cada necesidad. De un solo hombre creó todas las naciones de toda la tierra. De antemano decidió cuándo se levantarían y cuándo caerían, y determinó los límites de cada una.»Su propósito era que las naciones buscaran a Dios y, quizá acercándose a tientas, lo encontraran; aunque él no está lejos de ninguno de nosotros. Pues en él vivimos, nos movemos y existimos. Como dijeron algunos de sus propios poetas: “Nosotros somos su descendencia”. Y, como esto es cierto, no debemos pensar en Dios como un ídolo diseñado por artesanos y hecho de oro, plata o piedra. »En la antigüedad Dios pasó por alto la ignorancia de la gente acerca de estas cosas, pero ahora él manda que todo el mundo en todas partes se arrepienta de sus pecados y vuelva a él. Pues él ha fijado un día para juzgar al mundo con justicia por el hombre que él ha designado, y les demostró a todos quién es ese hombre al levantarlo de los muertos».(Hechos 17:22-31)

14) Sin embargo, Él sabe que acercándose el tiempo de su segunda venida muchos de se apartarían y no creerían las buenas nuevas del Evangelio, así que, como lo ha hecho antes, Dios promete enviar un poder engañoso sobre todo el mundo para que crean la mentira, por cuanto rechazaron la verdad para ser salvos.

Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír. (2Timoteo 4:3)

Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; (1Timoteo 4:1)

Pues esa anarquía ya está en marcha en forma secreta, y permanecerá secreta hasta que el que la detiene se quite de en medio. Entonces el hombre de anarquía será dado a conocer [el Anticristo], pero el Señor Jesús lo matará con el soplo de su boca y lo destruirá con el esplendor de su venida. Ese hombre vendrá a hacer la obra de Satanás con poder, señales y milagros falsos. Se valdrá de toda clase de mentiras malignas para engañar a los que van rumbo a la destrucción, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. . Por lo tanto, Dios hará que ellos sean engañados en gran manera y creerán esas mentiras, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. (2 Tesalonicenses 2:7-12)

15) Pero tu acabas de recibir el amor de Dios al creer en la verdad del evangelio que te da salvación… solo mantente firme en esta esperanza:

Fíjate en que Dios es bondadoso pero también es severo. Es severo con los que desobedecen, pero será bondadoso contigo si sigues confiando en su bondad. En cambio, si dejas de confiar, tú también serás arrancado por completo. (Romanos 11:22)

Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Señor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá! Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido.«Pues, dentro de muy poco tiempo, Aquel que viene vendrá sin demorarse. Mis justos vivirán por la fe. Pero no me complaceré con nadie que se aleje». Pero nosotros no somos de los que se apartan de Dios hacia su propia destrucción. Somos los fieles, y nuestras almas serán salvas. (Hebreos 10:35-39)

Espero que esto haya contestado tu pregunta… y te anime a compartir el evangelio a los tuyos.

Los comentarios están cerrados, pero los trackbacks y pingbacks están abiertos.

Descubre más desde Epistolas

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo